Si estás interesado en participar en un ensayo clínico concreto, el primer paso es la preselección. La preselección tiene lugar durante un contacto presencial, telefónico u online. El objetivo es verificar tu elegibilidad en principio para el estudio respondiendo a unas cuantas preguntas. Las preguntas cubren parte de los criterios de inclusión y exclusión, que son criterios definidos en el protocolo del estudio que determinan si puedes participar (inclusión) o no (exclusión).

Estos criterios de inclusión y exclusión incluyen, por ejemplo, edad, sexo, tipo o estadio de la enfermedad, embarazo, historial médico, fracaso o éxito de tratamientos anteriores, presencia o ausencia de otras enfermedades y alergias específicas. También pueden hacerse preguntas para evaluar tu disposición a someterte a determinados procedimientos médicos (análisis de sangre, inyecciones, escáneres, etc.) y la viabilidad práctica de una posible participación: ¿puedes acudir al hospital con regularidad, por ejemplo?

La preselección evita que los pacientes que de todos modos no son aptos tengan que pasar por el proceso de consentimiento informado y luego abandonen. Así pues, este paso ahorra tiempo tanto a los pacientes como a los investigadores.